top of page
  • María Martín Serrano

Viajando con Míster y Truco por Italia en Grimaldi Lines

Hace unos días os contábamos por stories del perfil de Instagram que este año nos habíamos ido con los perros a Italia de ferry y lanzábamos una encuesta para ver si os interesaría que os contáramos nuestra experiencia.


El resultado de esta fue bastante claro y aquí estamos.


Comenzamos por contaros que Italia es uno de nuestros países favoritos en el mundo, y ya conocemos alguno. Si viajas sin perros es fantástico, pero, si encima viajas con ellos, es absolutamente increíble.


A pesar de todo nunca habíamos ido con perro, principalmente porque hasta ahora sólo podíamos pensar en viajar hasta allí en coche ,que se nos hace un poco largo, o en avión, donde las limitaciones que ponen las compañías aéreas a la hora de viajar con mascota nos ha hecho descartar ese medio de transporte, ya que uno de mis perros podría viajar en cabina pero el otro tendría que viajar en la bodega.


Dicho esto, empezamos.


Los perros son cada vez más y más populares entre la población y afortunadamente ya van siendo más los lugares donde son admitidos. Siendo conscientes de esto, Grimaldi Lines, la compañía italiana de ferries con la que hemos viajado a Italia, anunció hace un par de años que los perros, sin importar tamaño y raza, serían bienvenidos a bordo.

Estuvimos investigando un poco acerca de cómo viajarían y cuál fue nuestra sorpresa que podían viajar con nosotros en nuestro propio camarote. Escogimos una isla italiana y para allá que nos fuimos .


En este caso el ferry partía desde Barcelona. Teniendo en cuenta que vivimos en Salamanca, el viaje corto no fue. Para que os hagáis una idea, salimos de nuestra casa más o menos a las 8.30 y llegamos a Barcelona alrededor de las 17.00, el tiempo suficiente para llegar sin prisa.

Hay que estar allí dos horas antes de zarpar, es decir, si salíamos a las 00.00, a las 22.00 ya pudimos entrar en el puerto y comenzar a hacer el check-in.


Todo fue muy fácil y rápido.


Los humanos presentamos el pasaporte europeo Covid y DNI. A los perros, en nuestro caso, no les pidieron nada. En el email que nos enviaron con los billetes, nos adjuntaron también un folleto con las instrucciones para los perros, donde nos indicaban todo lo que teníamos que llevar. A saber:

- Las cartillas en orden, vacunados de la rabia y con su microchip.

- Bolsas para recoger excrementos.

- Su comida y cuencos.

- Una botella de agua que se usara para limpiar los pises de las cubiertas.

- Nosotros también llevamos una manta para poner sobre las camas y su cesto.


En ese momento, nos dieron las tarjetas de embarque con el número de camarote. Una tarjeta para cada humano, una para cada mascotas y una para el coche, estas son como cualquier llave de hotel, es decir, sirven para abrir la puerta y para la luz, así que guardadlas bien, sin doblar .


Llegó la hora de embarcar y entramos puntuales. Antes de meter el coche en el barco, aconsejamos preparar una bolsa de mano con todo lo que creéis que vais a necesitar, tanto vosotros como los perros, ya que una vez que el barco comience a navegar, no podréis bajar a los garajes y, aunque el barco tiene varios bares, un restaurante, gimnasio , piscina y jacuzzi que por covid no funcionaban, heladería, salón de juegos, sala de baile, etc., los viajes son largos y podréis necesitar alguna cosa.


Mi recomendación es meter lo necesario en una mochila, porque los camarotes no son muy grandes y la llegada a tierra es un momento de mucho jaleo, cuantas menos cosas llevéis, mejor.


Al salir del garaje no había nadie para indicarnos dónde estaba nuestro camarote. Eso podría estar un poco mejor organizado, pero, después de unas cuantas vueltas por los pasillos, encontramos la sección de camarotes petfriendly.


Nuestro camarote era interior, por elección propia, muy cerca de una puerta que daba a una de la cubiertas pintadas de verde. Tenéis que saber que en todas las cubiertas pintadas de verde los perros pueden hacer su necesidades, las cuales hay que limpiar después con un poco de agua .


Los perros pueden ir contigo por casi todo el barco. En nuestro caso pasearon por todo el ferry y nunca nos dijeron nada, pero sí que hay secciones donde no pueden entrar, como el salón de juegos , el restaurante (en el que por cierto estaba todo muy rico), etc. En ese rato se quedaron en el camarote solos sin problema.


Una hora, más menos, antes de llegar al destino hay que irse preparando y recogiendo las cosas. Un cuarto de hora antes nos avisaron a los que viajamos con coche para que empezásemos a bajar a los garajes. Hay que hacerlo bastante rápido, los pasillos son un poco estrechos, el personal que arregla los camarotes va corriendo dejando todo limpio para los siguientes que van a subir en cuanto bajemos, de nuevo no había nadie que nos indicara por donde salir a los garajes. Paciencia .


Aparte de eso, la salida del barco fue muy rápida. Al llegar a Italia y, antes de salir del puerto, nos volvieron a pedir la documentación, y nos preguntaron por nuestros trabajos, de dónde éramos, etc. En relación a los perros, ninguna pregunta.


Para volver fue más o menos similar, pero el ferry vino con retraso y salimos 5 horas más tarde de lo que pensamos. En nuestro caso no nos supuso un gran problema, pero hay que tener en cuenta que eso puede pasar. La compañía nos avisó el día antes de que el mar estaba muy revuelto y había habido tormentas pero yo no vi el correo hasta que ya estaba allí en la cola del embarque y nos tocó esperar un buen rato .


Al haber bastante viento, yo me mareé un poco, incluso notaba en el camarote como se movía el ferry de un lado para otro, pero eché mano de dos Biodraminas y, prácticamente, me pasé el viaje durmiendo, los perros ni se inmutaron, solo parecía que Iban a echar a volar cuando pretendimos dar un paseo por la cubierta.


Una vez que empezamos el viaje llegamos a Barcelona a la hora prevista, sin mayor problema.


En resumen, a pesar de la mala mar y del retraso creo que, si no tienes prisa, es una buena y muy cómoda forma de viajar con los perros. En ningún momento les llamaron la atención, eran unos pasajeros más y estuvieron muy bien, así que esperamos poder repetir en el futuro en otros destinos.




María Martín Serrano


Adiestradora Canina Profesional y Técnico en Intervenciones asistidas con animales













396 visualizaciones1 comentario
bottom of page